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«El agua fue la primera materia de la que  fueron criadas todas las cosas». Tales de Mileto, Filósofo, Matemático y Geómetra.

Escondido en una profunda calle del corazón histórico de Palma se encuentran los restos de un antiguo edificio que, con toda probabilidad, junto al Palacio de la Almudaina, es el más veterano de los erigidos en Ciutat que aún conserva parte parte de sus estructuras islámicas. Se trata de un hammam (1) o baño árabe cuya fecha exacta de construcción es tan incierta, como desconocidos nos resultan el que fuera su propietario, o el alarife (2) que lo edificó.

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Las últimas dataciones lo sitúan a inicios del siglo XII, cuando los Almorávides aún regían los destinos de los mallorquines y el muecín de la Mezquita principal de Madinah Mayurqa llamaba cinco veces al día a los creyentes para que, buscando la alquibla (3) se postraran ante Alá.

Durante el dominio agareno, Madinah Mayurca llegó a contar con cuatro mil casas, cuarenta y ocho hornos, ciento veintiséis huertos, cincuenta y dos obradores, un número indeterminado de hammams y unas murallas defensivas que rodeaban el conjunto. En términos de importancia fue la quinta ciudad de la España islámica, tras Córdoba, Sevilla, Toledo y Almería.

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Hoy día quedan pocos restos de aquel tiempo de esplendor y una de las razones es que en 1114, la ciudad fue arrasada en un ataque punitivo, con carácter de cruzada promovido por el Papa Pascual-II con el fin de terminar con las razzias (4) de los corsarios mallorquines a las costas de los reinos cristianos del Oeste del Mediterráneo.

La cruzada puso en armas 12.000 guerreros embarcados en 300 galeras de la República de Pisa —particular sufridora de las razzias—, más otras 150 de una coalición de nobles feudales de la Provenza, Occitania, el Rosellón, Génova, Narbona, Córcega y Cerdeña, entre los que se encontraba Ramón Berenguer-III, Conde de Barcelona y como tal, súbdito del Rey de Aragón.

La Cruzada asedió, destruyó y saqueó gran parte de Madinah Mayurqa en el aciago año de 1114, tal como se describe en la crónica anónima fechada en Pisa en 1117 titulada Liber Maiorichinus Gesta triumphalia per pisanos facta de Captione Hierusalem et Civitatis Maiorucarum et aliarum civitatum, que fue escrita en latín por uno de los caballeros participantes en la expedición. El ataque no llegó a consolidar la conquista de Mallorca debido a las amenazas de asalto a los desprotegidos territorios de los Cruzados por parte de los Almorávides, lo que provocó que los nobles coaligados regresaran a sus feudos con toda celeridad.

A pesar de la destrucción referida y del transcurso del tiempo, se ha mantenido hasta nuestros días al menos una parte de lo que fue un hammam privado, pues los baños públicos se hallaban inventariados en el Llibre del Repartiment y éste no consta. Se trata de un pequeño conjunto de edificios de fábrica de ladrillo revestido y fachadas de piedra, de los cuales el principal es de planta cuadrada. En su interior se aprecian doce columnas de fuste liso, con capiteles de origen preislámico que, con toda seguridad fueron recuperados de una estructura anterior —bizantina o visigoda—, lo que no se conoce a ciencia cierta. Apoyados en las columnas, unos arcos de herradura soportan una bóveda semiesférica construida en ladrillo cuyas pechinas apenas conservan unas leves trazas de su decoración original.  La cúpula presenta cinco óculos cuyo propósito sería el de permitir una tenue iluminación natural y a la vez, dar salida al vapor del hammam, pues esta sala pertenecía a la parte caliente de los baños, el antiguo caldarium de los romanos, de los que los musulmanes copiaron el sistema. Las habitaciones anexas no tienen más valor que el haber pertenecido al conjunto y formar parte de lo que fueron los vestuarios o sala fría —el frigidarium—. En ellas apenas existen unos restos de lo que fue el hipocausto o suelo radiante calentado por el aire procedente de una caldera de leña que se hacía circular bajo su superficie, sistema también desarrollado por la ingeniería romana.

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Para los musulmanes acudir al hammam era un acto social, allí se cerraban tratos y se buscaba la conversación y la relajación mediante masajes con aceites aromáticos y la inhalación de los vapores termales; por desgracia la costumbre pasó al olvido en la sociedad cristiana y puede afirmarse que hasta los inicios del siglo XX, los hábitos higiénicos de nuestros antecesores dejaron mucho que desear para los estándares actuales.  

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Se cierra la visita accediendo a través de una puerta con arco de herradura a un recoleto jardín interior, el jardín de Can Fontirroig, un auténtico remanso de paz y silencio en el centro histórico de la antigua Palma, donde el canto de los jilgueros nos ayudará a imaginar que los escenarios narrados por Sherezade en las Mil y una noches, no estaban tan alejados de la vida en una casa señorial de la Madinah Mayurqa almorávide.

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Definiciones:

1.- Hammam: baños árabes

2.- Alarife: arquitecto o maestro de obras de la antigüedad.

3.-  Alquibla: la dirección hacia la Meca.

4.- Razzias: ataques por sorpresa contra asentamientos cristianos con el fin de obtener botín y esclavos; en ocasiones se asociaban con la yihad —la guerra santa— para justificarlos.

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Los Baños Árabes se localizan en el número 7 de la calle Can Serra y pueden visitarse de 09:30 a 19:00 h de Diciembre a Marzo y de 09:30 a 20:00 h de Abril a Noviembre. La entrada general cuesta 2,50 € y los niños hasta 10 años no pagan. La visita es de interés para aquellos aficionados a nuestra Historia, por cuanto son el único resto arquitectónico en pie que existe en Mallorca de netas trazas islámicas.

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Créditos: Fotografías y artículo del autor con Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional, libre copia y circulación citando autoría, sin modificación de textos o imágenes, para usos no comerciales.

Galería fotográfica: pulsad en cualquier imagen para  verla a mayor tamaño.

 

We admire castles because we admire security Mehmet Murat Ildan.

Este novelista turco contemporáneo nos dice que  “Admiramos los castillos porque nos gusta la seguridad” a lo que añado que además suele agradarnos su estampa, siempre poderosa.

La presencia de un castillo nos habla de tiempos remotos de vida más turbulenta que la nuestra y, en el caso de Mallorca, no nos faltan ejemplos de ellos, pues encontramos fortificaciones en Alaró, Capdepera, Felanitx y Bellver, aparte de numerosas atalayas y cubetos defensivos dispuestos a lo largo de la costa. Su existencia no era gratuita.

CASTILLO DE BELLVER

El Castillo de Bellver, como los demás citados, está situado en una elevación, a 112 m sobre el nivel del mar y a tres kilómetros de la costa, hacia el interior. Su ubicación no se escogió para que los residentes pudieran admirar los pinares circundantes y disfrutaran de las frescas brisas, sino porque era un oteadero perfecto desde el que divisar con antelación la arribada de “los malos” cuando se produjera y así, tener tiempo para aprestarse a la defensa. Y es que en aquella época los enemigos eran muchos y fieros: piratas y merodeadores musulmanes procedentes de las costas de Berbería o del Sur del Levante peninsular; galeotas de la Serenísima —de la serenísima madre que parió a la República de Venecia— que, aunque solían “pescar” en caladeros del Adriático y del Este del Mediterráneo, tampoco le hacían ascos a estorbar la navegación de cabotaje por esta parte de la mar y lo mismo sucedía con la República Genovesa; por último, los corsarios turcos que no llegado aún su periodo de mayor esplendor, ya se dedicaban a fastidiar todo lo que podían.

GALEOTA-2

Fue el Rey Jaime II de Mallorca, quien sobre el 1.300 dio la orden de construir Bellver, ya que precisaba alojarse en una fortaleza temeroso de que sus familiares aragoneses le arrebataran por segunda vez su reinado. El trono del reino de Mallorca le fue devuelto en 1.296 por su sobrino Jaime II el Justo y el miedo a perderlo le hizo dar prioridad a la construcción, que se terminó en un tiempo récord de 12 años, algo inusual para la época en una obra de este tipo. Para lograrlo, hasta pidió un permiso especial a las autoridades religiosas para poder trabajar en domingo.  Su idea era utilizar el castillo como fortaleza y como residencia real —castillo de realengo—, los demás lo serían de señorío. El alarife al que encargó su diseño y construcción parece ser que fue Pere Salvá, al que también se le atribuye el Palacio de la Almudaina.

Castillo Bellver panorama

C BELLVER ARQUERÍAS

No me cabe duda de que los conocimientos en Munatoria —el arte de fortificar— de este ingeniero militar eran avanzados, pues el Castillo de Bellver presenta ya muchos rasgos que más tarde serían frecuentes  en las fortalezas renacentistas, aunque parece ser que para su diseño se inspiró en el Herodión, el palacio-fortaleza del Rey Herodes el Grande.

C Bellver ArqueríasI) Se dice que sus formas redondeadas son infrecuentes en la arquitectura militar europea, lo que no es exacto, pues existen numerosos ejemplos de lo contrario, como el Castillo de Sant´ Angelo en Italia, los Castillos de York, St. Mawes y Pendenis en el Reino Unido, el Castillo de Wynendale en Bélgica, la Fortaleza Real Felipe en Perú y los Castillos de Caleta de Fuste y de San Juan Bautista en España, si bien, los dos últimos localizados en las Islas Canarias, son de una época posterior.

CASTILLO SJ BAUTISTA

Castillo de San Juan Bautista, Tenerife

II) Las formas curvas conseguían una mejor defensa de la fortaleza cuando era sometida a asedio, pues eliminaban los ángulos muertos, permitiendo mejores vistas sobre los atacantes y, además, ofrecían una superficie que favorecía el rebote de los bolaños, o proyectiles pedreros que la primitiva artillería disparaba contra las murallas.

Artillería de asedioIII) Por delante de los muros del castillo y de su foso, Pere Salvá dotó a la fortificación de unas barbacanas o antemurallas, es decir, una plataforma defensiva más baja, de muros almenados inclinados hacia el exterior —escarpas—, con un segundo foso adelantado en la zona más expuesta y con un adarve, o camino de ronda de gran anchura, cuyo propósito era, por un lado, alejar lo más posible las torres de asalto de las murallas en caso de asedio y, por otro, servir para emplazar y trasladar con yuntas de bueyes, las bombardas que se disponían en las cañoneras abocinadas existentes entre las almenas (se ven muy bien en la foto aérea que encabeza esta entrada). Desde estas piezas se hacía fuego rasante, con el fin de impedir el avance de los zapadores e infantería enemiga, así como evitar que aproximaran sus máquinas de asedio.

AsedioIV) El diseñador del castillo también ensanchó la base de sus muros desde el foso, inclinándolos hacia el exterior, creando lo que se conoce con el nombre de alambor o rebotadero. Este elemento servía para dos fines: dar mayor estabilidad y resistencia a la base de la fortaleza para resistir el peso de muros más gruesos y, que los bolaños —piedras redondeadas— y demás proyectiles que se arrojaban desde las almenas sobre los asaltantes que hubieran podido ganar el foso, chocaran contra su superficie y rebotaran, mejorando su capacidad de ofender al mesnadero que se encontrara por esos andurriales, lo que también se conseguía desde las saeteras de palo situadas sobre los alambores.

Muro alamboradoSección muro alamboradoV) En la coronación de la torre principal que, por encontrarse separada del resto de la fortaleza se denomina torre albarrana —aunque suene fatal—, se aprecia una corona de matacanes o ladroneras, suerte de voladizo sin suelo, por el que los defensores podían protegerse y arrojar toda clase de objetos ofensivos o líquidos ardientes a los sitiadores que desearan ganar su puerta, o también agua, en el caso de que la incendiaran.

Torre albarranaVI) Desde siempre, los tratadistas en materia de fortificaciones, mantuvieron sesudas discusiones sobre cuántos caballeros eran necesarios para tomar una fortaleza, cuestión que no fue zanjada hasta principios del S.XX, cuando don Pedro Muñoz Seca, en su famosa astracanada en cuatro actos La venganza de Don Mendo, determinó que “Para asaltar torreones / cuatro Quiñones son pocos / hacen falta más . . . quiñones”. Quedando esta cuestión dirimida para siempre 🙂

Torre albarrana 2

VII) El patio de armas, auténtico corazón de Bellver, es de planta circular y cuenta con dos órdenes de galerías en su perímetro interior, que denotan su empleo palacial, aparte del defensivo. El primero forma un soportal con arcos de medio punto y el segundo, con arcos apuntados con un parteluz o columna central, que en su tímpano decorativo superior dibuja una sencilla lacería gótica con óculos trilobulados. Bajo el patio hay un algibe de recogida del agua de lluvia, algo habitual en los castillos, para poder disponer del preciado líquido durante los sitios prolongados, ese es también  el motivo de que en el centro del patio exista un brocal de pozo.

Patio de armasVIII) Por circunstancias de la Historia, esta fortificación apenas sufrió asaltos, salvo los de la guerra contra los catalanes y la llamada Rebelión de las Germanías contra el Emperador Carlos I, que tuvo lugar en 1.521. Tras dejar de emplearse como residencia real, se utilizó como prisión con cierta frecuencia, comenzando por alojar a la mujer e hijos de Jaime III. En 1.717 pasó formalmente a ser la Prisión Militar de Palma y, entre sus paredes estuvo confinado el Ilustrado Melchor Gaspar de Jovellanos por sus desavenencias políticas con Manuel Godoy, Primer Ministro del Rey Carlos IV. En 1.976 se restauró el Castillo, siendo hoy día de propiedad municipal y destinado a Museo de Historia de la Ciudad de Palma, cubriendo el periodo entre los asentamientos talayóticos y la actualidad, lo que es un digno fin para un monumento de su porte, que cuenta ya con ocho siglos de antigüedad.

Hércules

Estatua de Hércules con sus atributos: la porra de madera de olivo y la piel del León de Nemea como señales de su fuerza, parte de las esculturas del Museo de Historia de la Ciudad de Palma.

Vistas del bosque de pinos en cuyo centro se enclava el Castillo de Bellver.

Bosque de pinos de Bellver

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Créditos: Fotografías del autor, salvo los croquis y grabados y las dos vistas aéreas que son de Wikimedia Commons .

Nota del 06/06/2.014: Agradezco a Mallorca Insólita @mallorcainsolit sus oportunas observaciones para mejorar esta entrada y corregir sus erratas.