«Busqué trenes y encontré pasajeros«. Paul Theroux, escritor, novelista y profesor estadounidense.
Aunque hoy día nos parezca asombroso, durante muchos años la comunicación del bonito pueblo de Sóller con Palma, la capital mallorquina, fue más sencilla y segura por barco, que por el tortuoso camino que cruzaba los altos riscos de la Sierra de Tramontana por el Collado de Sóller.
La situación cambió en la primavera de 1912 cuando se inauguró el ferrocarril de vía estrecha que unió ambas localidades, que fue electrificado en el año 1929. A día de hoy sigue en servicio con los mismos trenes de antaño, cuyos vagones primorosamente cuidados están carrozados con madera barnizada. Las estaciones de esta línea conservan el encanto de los tiempos pretéritos y como homenaje a los 106 años que en breve cumplirá, os dejo estas fotografías que tomé una soleada tarde de Febrero.
Créditos: Fotografías y artículo del autor publicado bajo Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional, libre copia y circulación citando autoría, sin modificación de textos o imágenes, para usos no comerciales.
Beautiful photos, as always, Fernando. Thank you for the history lesson, as well.
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Thank you Cynthia, this time I let the photos speak for themselves after a black & white processing and a short piece of text. Not everybody enjoy reading my average longer posts. Have a nice weekend! 🙂
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Thank you, and the same for you.
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Bonitas fotos de un mundo que parece perderse en el cielo o en aquella lejanía…
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Muchas gracias Lola, la verdad es que en España tenemos poca costumbre de conservar instalaciones antiguas que por su valor histórico deberían cuidarse y es una pena. Sin embargo, a los sollerics les gusta su tren y lo cuidan con notable éxito, pues se ha convertido en una nueva fuente de financiación por el número de visitantes que transporta, lo que ayuda a conservarlo por el valor que aporta.
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