A propósito de la «desestacionalización».

Las Islas Feroe son un Territorio Autónomo danés que se encuentran en pleno Atlántico Norte, entre el Sur de Islandia y el Norte de Escocia, una región de clima extremo durante la mayor parte del año y, sin embargo, promocionan su turismo de Invierno con videos tan impactantes como este (recomiendo verlo a pantalla completa):

Uno ve estas imágenes y, a pesar de la mucha oscuridad y del inclemente tiempo septentrional de estas Islas, parece que le entran unas tremendas ganas de visitar a los acogedores feroeños, aunque quizá haga falta ser de aquellos viajeros que gustan de recorrer los lugares off the beaten path —fuera de lo más visitado—.

Lo mismo me sucede cuando contemplo este otro video de la Oficina de Turismo de la Región de Alberta, en Canadá:

Me parece un video fantástico que nos enseña de manera fresca y próxima, las maravillas de aquellas lejanas tierras de América del Norte que, recuerdo, tienen unos veranos cortos y el resto del año un clima muy riguroso. A pesar de ello ¿no os entran ganas de ir a conocerlo?

Y viendo estos dos reportajes promocionales, no dejo de preguntarme por qué razón en Mallorca no se hace algo semejante para presentar de manera alegre y sencilla, las enormes bellezas de la Isla, que es algo de lo que tenemos en abundancia, así como un suavísimo invierno mediterráneo —no hay comparación con los de aquellas latitudes—.

Pues si amigos, hay que trabajar contra la “desestacionalización” y la primera tarea a acometer sería abandonar tan horroroso neologismo, que ya solo escucharlo pone los pelos de punta.

Creativos y productores —de los buenos de verdad— también nos sobran y creo que, sin haberlo pretendido, pocas campañas han sido tan exitosas para atraer turismo a las Baleares en general y, a Formentera en particular, como el video de la campaña Estrella Damm 2.009:

Como habréis comprobado los tres ejemplos que he mostrado tienen un denominador común: nos cuentan algo atractivo, las imágenes son de gran calidad estética y giran sobre una canción alegre —bueno, la de los feroeños algo menos—. En fin, a buen entendedor pocas palabras bastan.

Y aquí lo dejo por si esta entrada acabara siendo leída por alguien con capacidades para promover campañas así y la esperanza —¿vana?— de que pudiera servirle de inspiración.

¿Y a vosotros qué os parece amigos?

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